domingo, 17 de octubre de 2010

Luciérnagas en la noche

Olvida de una vez el intelecto.
Quiero verte en plenitud,
que despiertes y no existan los deseos,
porque no habrá ambición.
Que cantes hasta con tu último aliento
y que bailes como posesa.
No te concibo de otra forma que no sea
en la de llevarte a la felicidad
hasta perder la cordura.

viernes, 8 de octubre de 2010

Migajas

es así,
de a poco me percaté que
lo lograste.
A veces puedes desnudarme con una mirada.

No puedo rehuir.
Pero mal interpretas tus descubrimientos.
¿Pensaste que me dejaría quedar perplejo así
como si nada?

Es un buen inicio pero,
ahora que ya estás un paso adelante
debes pensar en descifrar lo que has conocido.

Son rastros, huellas que forman un camino
un ruta hacia mí.
tal como Hanzel y Gretel.

Sólo busca las migajas correctas,
que te llevarán, te llevarán a...
¡bah!
mejor persiste, y lo averiguarás
por tu propia cuenta

Justo en ese momento,
te podré conocer,
te observaré con ojos de luz,
ya sin muros,
sin mentiras, ni armaduras
que nos protejan, y separen
al ego, de nuestro yo.

"El loco erra, pero no miente. Además tiene la peligrosa manía de decir la verdad."

martes, 5 de octubre de 2010

El despertar

No concilio el dormir.
Sin ser sonámbulo,
con mi conciente por extinguir
deambulo.

Sueño despierto,
busco intranquilo
algún vestigio de ti,
para que no me declaren
como muerto.

En el andar,
sólo encuentro más
con su conciente aniquilado
pero despiertos.

No lo comprendo,
te busco, te pierdo
y cambias.
Mas, tu aroma
me deja la huella
para ir tras de ti.

No sé como terminará esto,
tal vez tú corriendo al abismo
te dejas caer
y sin dudarlo,
yo junto a ti.

Quizás sea ahí,
cuando sienta que
estoy despertando.

martes, 21 de septiembre de 2010

El bicentenario y mi revolución

En estas fechas, mucho se ha hablado ya de independencia, nacionalismo, identidad, entre muchas otras palabras que causan nada más que una retórica incomprensible e incuestionable para la gran mayoría de los que hoy mismo formamos esta nación. Pero, me pregunto ¿Es esto, lo que yo quisiera a mis 200 años?
Supongo que muchos, al avanzar de sus años, cada vez se quedan más vacilantes en temas de vida, en reflexiones internas, en qué han hecho a lo largo de sus vidas, en términos generales un balance de ésta. No es fácil poder decir que tenemos 200 años de existencia, si es que no más. Pero, y nuestro balance de vida ¿Dónde está? Si fuesemos a morir hoy, debiésemos saber al menos que hemos construído, si valió la pena estos 200 años de un sin fin de vivencias, pugnas internas, progreso, pobreza, hambre, desarrollo económico, muerte, esperanza de vida...
Pero no, no veo nada. No se trata de ver el vaso medio lleno o medio vacío. Ni tampoco de pensar que "todo tiempo pasado fue mejor". Se trata de saber, simplemente ¿Dónde estoy? Siguen mis pies, en esta tierra fértil y, mi cabeza ¿lo sigue aún?
Pienso que no tenemos rumbo. Buscamos el progreso por el progreso. Eso a nada conlleva. No quiero mega edificios, ni índices macros económicos, sociales, si nuestra gente sigue sin poder salir a compartir con sus vecinos, donde los centros cívicos cada vez tienen menos civiles. Donde el mayor ejemplo de enseñanza es el televisor, donde los artistas deben esconder su arte, porque en las plazas públicas son encarcelados. El tiempo avanza, la vida sigue, pero nuestra gente parece quedarse atrás. Nuestros hermanos y hermanas, de esta franja de tierra, se olvidan, se olvidan de que están, y el estar es decir: ¡Soy! Y no podemos ser individuos, sin la invitación del ¡Seamos! Necesito de tu ayuda para levantarme, y tu la nuestra para apoyarte. Seamos una cadena de manos entrelazadas, seamos comunidad, y me refiero a común unidad, me refiero a identidad. Este bicentenario, me ha servido. Motivos, abundan. Desde el panfleteo barato hasta las reflexiones más profundas y casi con un tono dogmático. Lo que encontré este año, fueron los bríos, los bríos que me hacían falta para emprender mi revolución. No fue fácil, no lo fue. Pero estoy decidido. Ésta se llevará a cabo, no por lo radical que significa en sí misma, sino por el poder de la razón. La razón y la virtud, como siempre buenas aliadas, volverán a regir en estas tierras tan abandonadas de la justicia y la felicidad.
¡Un Golpe de Estado!
¡Eso quiero!
Pero será sin violencia, pero no será al Estado maltratado y usurpado por los mal patriotas de siempre. No me refiero a ese Estado.
El golpe que pretendo, es al estado de cada uno de ustedes. Sí. Un golpe directo al subconciente colectivo, a esa conciencia dormida. Le quitaremos a la holganacería el poder que se ha tomado en cada uno de nosotros. Limpiaremos todos aquellos orificios por el cuál la luz de la virtud está siendo obstaculizada dentro de nosotros, bloqueada por el carácter autómata que nos lleva a adquirir la sociedad casi por inercia. Nos desconectaremos de una vez y para siempre, de cuánto control remoto exista. Levantaremos un grito al cielo. Un clamor, que se repite, un clamor como nunca antes. Se escuchará en todos lados. Y como si fuese un acto que estuviesemos pre destinados a hacer, gritaremos al unísono "¡Libertad!". Esa será la verdadera independecia que debemos celebrar. No la podemos lograr nunca, si no comenzamos esta revolución, una revolución interna, que nos lleve a todos como individuos a razonar en una comunidad, en un bienestar propio para nada distante del común. En volver a expresar lo que realmente queremos, lo que en realidad necesitamos. No más ni menos. No seremos lo que realmente podemos ser, sino abandonamos la ignorancia, sino matamos la plaga de la ambición que nos ha estado contaminando desde tiempos remotos. Necesitamos volver a la familia, reconciliar a la amistad con el amor. Necesitamos volver a creer. Necesitamos volver a soñar. Dejemos de sobrevivir en este mundo ¡Aprovechemos de poder sentir lo que es volver vivir!

sábado, 12 de junio de 2010

algo que transmitir...

En ocasiones, la mejor forma de contarte lo que quiero, no es con palabras. En ocasiones me pregunto, cómo podemos expresar un sentimiento en palabras, si éstas deambulan por mi mente, y esto que te quiero contar, luna mía, no es algo que haya germinado en lo abstracto de mi pensamiento, mas si en lo concreto de mi latir...

viernes, 14 de mayo de 2010

Hasta ya no respirar...

Entre el ajetreo del incesante mundo, el tronar de miles de deseos y sueños jamás cumplidos, promesas desvanecidas y sentimientos en extinción, me abstraigo, contengo mis ruidos, invocando al silencio, y en él, lo oígo, logro oír su latir, me detengo , infinitas dudas llenan mi cabeza en un instante, respiro, me detengo, y vuelvo a oír, pero ahora entiendo, escucho cada pálpito, cada uno es distinto al anterior, cada uno me dice un motivo para seguir aquí, un motivo para mantenerme con los ojos frente al mundo y no soltar tu mano, ahora ya no quiero detenerme, pero mi cuerpo me dice "¡ respira !", y me conduce a hacerlo. Respiro. Ya no logro oír, el nexo se quebró, y lo único que intento es luchar contra el olvido, que me viene a arrebatar lo que acabo de conseguir. Te pienso. Y por un instante esas infinitas dudas son respondidas. Te veo y el mundo arremete contra mí, mientras respiro, y el mundo arremete contra mí, y ya no te puedo ver, y las infinitas dudas vuelven, y ocupan el albergue que había destinado para ti, en mí. Te pienso, pero no lo logro. Te recuerdo, y veo al mundo antes de su arremetida, veo al mundo con el tronar de deseos y sueños jamás cumplidos, promesas y sentimientos fallecidos. Por eso, no estoy cerca de ti, para que el mundo no arremeta contra ti, por eso lucho, para mantenerme con los ojos frente al mundo, por eso contengo mis ruidos hasta ya no respirar, para ya no tener infinitas dudas, sino infinitos motivos para seguir aquí, junto a ti, y no soltar tu mano y dejar de huir.
Ahora, vivo para contener mis ruidos...
Ahora, te pienso y te veo...
Ahora, estás.

sábado, 8 de mayo de 2010

vulgar vanidad

Con un frío que me estremecía por completo, y la brisa infaltable, contemplaba las nubes en lo alto, ellas sólo seguían su rumbo, incesantes, admirables, libres.
¿Por qué buscamos refugio en la soledad?
Mas, sólo lo encontramos en lo natural. Es como si intentásemos volver, reinvindicar ese grueso lazo que alguna vez existió. ¿Qué es lo que en realidad buscamos? ¿Qué es lo que nos aferra al día a día y, no renunciar?
Es esa duda, esa misma duda, la que nos mantiene hoy aquí y, a mí escupiendo palabras con mala caligrafía sobre un papel.
Hasta dónde somos capaces de renunciar a nosotros mismos, por la amistad. ¿Es cierto que los amigos están para los momentos difíciles? o es acaso que, tememos de nosotros mismos. Hemos de temernos. ¿Me temo? Porque... ¿Me conozco? o tal vez todo lo contrario.
De que nos sirve el afán de crear comunidad, si ni siquiera queremos estar juntos, no somos dignos de una mirada sincera, de una mirada con los ojos del corazón, o es que ya hemos cegado a los ideales.Tal parece que sí, pues sólo nos dedicamos a satisfacer vanidades.

lunes, 15 de marzo de 2010

Mientras las hojas caen...

Eran ya más de las seis, la tarde estaba cálida y el sol había estancado su posición. Parecía que me estuviera mirando, aunque yo no pude serle recíproco. De música ambiente hay el chirrido de unos motores y la locomoción colectiva, junto a ellos el cantar de dos aves que se persiguen una a la otra, entre las ramas de un gran árbol y a los pies de él, yace un joven meditabundo, de aspecto solemne pero tétrico, quien contemplaba los haces de luz que las ramas del árbol dejaban entrever con frecuencia, cuando el viento enviaba sus caricias y las ramas corrían entre ellas, en un caos, para poder recibir todo el mensaje que el viento encomendaba de parajes lejanos. Se encontraba tan absorto en sus pensamientos, que pareciera que no existía el tiempo para él. Era tal su abstracción, que ni los transeúntes notaban su presencia. Sólo las avecillas de vez en cuando lo perturbaban un poco, en medio de sus juegos y persecuciones, y al joven se le escapaba una sonrisa fugaz. De vez en cuando el susurraba unas palabras, a veces de enojo, a veces de alegría, otras de rabia e impotencia, muchas veces melancolía, y cuando estaba a punto de que el cúmulo de emociones lo superase, y se quebrara, miraba hacia un costado y sonreía. Había comenzado a recordar, que en tiempos distantes, pero en el preciso lugar donde se encontraba, el mundo era distinto, no era ni mejor ni peor, sólo era otro. El seguía en ese entonces, creyendo en su autocondena marginarse de sus preocupaciones propias del ego, pero no sabía hasta cuándo iba a ser capaz de sobrellevar un legado tan gentil y honesto, pero olvidado. Es posible, que ese sea su lugar, vivir en el olvido y esperar los tiempos en que las hojas caen, y la vida vuelve al suelo, y la tierra vuelve a nacer, y así el olvido se hace esperanza...

martes, 9 de febrero de 2010

sobre ti, sobre mí, sobre todos, sobre nadie...

... Sobre esto podría entonar un canto... Y quiero entonarlo, aunque esté solo en una casa vacía y tenga que cantárselo a mis propios oídos. Hay también otros cantores que no tienen expedita la garganta, elocuente la mano, expresiva la mirada y despierto el corazón más que cuando está llena la casa: no me parezco a esos.

martes, 12 de enero de 2010

Un vuelo antes de dormir

Sé que estoy volando, ya no es nada nuevo.
Tú me haces volar, levantarme de este circulo de vicio y apatía.
Vuelo, vuelo tan alto, que me pierdo entre las nubes, o tal vez entre el humo de aquel incendio, que la ira desató, al no vernos completos. Tú me haces volar, pero no sé, si esta vez quiera aterrizar.

lunes, 11 de enero de 2010

un nudo al respirar

y terminó resultando todo como había temido, de una mala manera. Pero siempre hay confianza, la necesaria para pensar en esperanza. Ya el tiempo, me vuelve a golpear otra vez, y recordarme que sigo aquí. Y uno comienza a sacar cuentas, a hacer un balance y replantearse algunas nuevas para lo que se avecina pero, de nada sirve. Ilusión tras otra, esperanzas desvanecidas, palabras consumidas y valor insuficiente para lograr lo que tanto abunda en nuestros pensamientos. No decidí que me tocara este tiempo a mí, y el contexto macro tampoco. Pero puedo decidir, cómo lo voy a enfrentar, y cómo lo voy a vivir, si es que puedo resistir más tiempo aún. Los tejidos se gastan, los pensamientos van desapareciendo, las memorias huyen y uno comienza a dejar de ser. Uno deja de ser, cuando ya en las mentes de los demás, no estás. Y un grito estrepitoso, estuve preparando, para poder llegar a los oídos de todos los allí presentes, a todos aquellos que en su mente hube habitado alguna vez, a todos quienes una sonrisa les pude regalar, a todos y a cada uno de ellos. Sin embargo, grité, con todas mis fuerzas lo hice, pero la voz no salía. Era yo corriendo por el mundo gritando un silencio hiriente, incluso la gente interrumpió su rutina para poder contemplarlo, todos se detuvieron por un momento, y los pude mirar, y sintieron vergüenza al sentirse observados. Habían olvidado mirar a las personas, a prestarles atención, simplemente seguían lo que los demás hacían, y todo gesto o preocupación personal se reducía a satisfacer al ego, a la vanidad y el orgullo. Pero como todo silencio que se sabe apreciar, conlleva una catástrofe después de él, esta fue, que nos dimos cuenta de quienes somos. Nos detuvimos por un instante, mientras duraba el silencio, a sentirnos a nosotros mismos, a pensarnos. Y los lamentos eran los que más abundaban, al darnos cuenta en qué nos habíamos transformado. Pero esto nunca sucedió, la catástrofe todavía sigue en mí, merodeándome, consumiéndome, matándome. Y el silencio al único que hiere es a mí. Y mientras nos mantengamos así, estoy dejando de ser, y todo lo que fui es ahora, un olvido.