viernes, 27 de noviembre de 2009

manos abiertas

Es difícil, ya lo sabemos.
Pero de a poco , con el día a día nos vamos acostumbrando.
Es choqueante ver que tus recuerdos corren a esconderse de ti. Se ocultan dentro de un saco, y sin querer arrojamos éste al lecho del río.
Y en esta época el río lleva gran caudal. ¿Pensaste en lanzarte al río a seguirlo? pues yo a veces no lo pienso, sólo es un impulso propio del cuerpo. Qué rara sensación cuando el cuerpo ya se acostumbra a ti, y no puedes negarle un roce de tu piel con la mía. Es un idioma que sólo ellos conocen, y juegan entre sí, burlándose de nosotros, que anonadados vemos como si fueran dos niños jugueteando en el parque. Pero poquito a poquito, cambias la mirada, y susurras unas palabras al aire, y poquito a poquito vas abriendo tu mano, que sostenía la mía, y el idioma se rompe, se olvida, porque nunca lo supimos, sólo el tacto lo sabe, y poquito a poquito, te das cuenta que no puedes volver a juntarlas.

1 comentario:

  1. con esto aprendí que a veces se puede sentir leyendo...

    (ahora si que sí el blog quedó funcional)

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